BGC: Príncipe Valiente 11

Aleta ha de emplear toda su firmeza para poner en orden los asuntos de estado en su reino mientras Valiente y sir Gawain terminan con éxito la peregrinación por Tierra Santa.
Ambos regresan a las Islas de la Bruma, donde Sir Gawain, el eterno soltero, se gana la admiración de una niña, Diana. Esta lo persigue con tanto tesón que se antepone al propio Valiente a la hora de blandir la espada y defender el reino. Sin embargo, por ironías del destino, el caballero se ve envuelto en un duelo a muerte del que solo sale vivo gracias a la jovencísima admiradora.
Una vez pacificado el reino, deciden volver a Thule; al saber que la vía marítima por el Mediterráneo es impracticable, el príncipe Valiente sigue el consejo de Katwin y elige la ruta del Este, resuelto a remontar los ríos que utilizan los vikingos para viajar del Báltico a Constantinopla. Gracias a la belleza y habilidad de Katwin, recluta una tripulación de hombres del norte que, después de un tiempo en la ciudad de Constantinopla, desean regresar a sus hogares.
Los rigores de la navegación fluvial se acentúan a causa de los rápidos y el acoso constante de los belicosos jinetes en ambas orillas, que una noche se salda con el secuestro de Aleta. Los hombres del norte siguen a Valiente en su intento de rescatar a la joven reina sin arredrarse por la notoria inferioridad númerica y afrontar un épico asalto.
Y sin embargo, las dificultades de los expedicionarios no han hecho más que empezar. Deben acarrear los barcos suecos y, caso de ganar el mar Báltico, defenderse en unas tierras dominadas por suecos y gotlandeses.